ZaraGoza

Edificio proyectado por Félix Navarro Pérez en 1895 para sustituir el tradicional, la «Sociedad Nuevo Mercado de Zaragoza». En 1903 estaba concluido. La sociedad de fundiciones «Pellicer y Juan» ejecutaría los elementos de hierro fundido de excepcional calidad y cuidada elaboración. El escultor catalán, que se celebraba al aire libre en la antigua plaza del Mercado, por encargo de Jaime Lluch realizó la decoración escultórica figurada. Las decoraciones de esmaltes fueron obra de Viñadó y Burbano y como herreros trabajaron Pascual González y los hermanos Lasheras. En 1986 fue restaurado el edificio y armonioso partiendo de una planta rectangular basilical de tres naves, la central más ancha y elevada. Tiene dos plantas, un semisótano, sin uso en la El edificio construido con estructura de hierro, tiene un diseño funcional y actualidad, que se exterioriza en el zócalo de piedra de las fachadas. La planta renovada los puestos de venta. Superior es la dedicada a venta. Ambas se comunican por los mismos accesos, En las cuatro portadas, realizadas en piedra, se sitúa la ornamentación, con acarreo de producto, etc. Las dos portadas principales son abiertas, mediante elementos escultóricos alegóricos de la agricultura, la caza, la pesca y los situados en los frentes y costados del edificio. Tres grandes arcos, el central de mayores proporciones, y una galería de arquillos sobre los laterales. En el interior, la decoración se reduce a los capiteles de las columnas de fundición y a los tarjetones esmaltados con representaciones de productos El conjunto es armonioso y amplio, y muy original dentro del panorama alimentario aragonés, estilísticamente situable dentro del eclecticismo y un magnífico ejemplo conservado de la arquitectura en hierro.

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MERCADO CENTRAL

Edificio proyectado por Félix Navarro Pérez en 1895 para sustituir el tradicional, la «Sociedad Nuevo Mercado de Zaragoza». En 1903 estaba concluido. La sociedad de fundiciones «Pellicer y Juan» ejecutaría los elementos de hierro fundido de excepcional calidad y cuidada elaboración. El escultor catalán, que se celebraba al aire libre en la antigua plaza del Mercado, por encargo de Jaime Lluch realizó la decoración escultórica figurada. Las decoraciones de esmaltes fueron obra de Viñadó y Burbano y como herreros trabajaron Pascual González y los hermanos Lasheras. En 1986 fue restaurado el edificio y armonioso partiendo de una planta rectangular basilical de tres naves, la central más ancha y elevada. Tiene dos plantas, un semisótano, sin uso en la El edificio construido con estructura de hierro, tiene un diseño funcional y actualidad, que se exterioriza en el zócalo de piedra de las fachadas. La planta renovada los puestos de venta. Superior es la dedicada a venta. Ambas se comunican por los mismos accesos, En las cuatro portadas, realizadas en piedra, se sitúa la ornamentación, con acarreo de producto, etc. Las dos portadas principales son abiertas, mediante elementos escultóricos alegóricos de la agricultura, la caza, la pesca y los situados en los frentes y costados del edificio. Tres grandes arcos, el central de mayores proporciones, y una galería de arquillos sobre los laterales. En el interior, la decoración se reduce a los capiteles de las columnas de fundición y a los tarjetones esmaltados con representaciones de productos El conjunto es armonioso y amplio, y muy original dentro del panorama alimentario aragonés, estilísticamente situable dentro del eclecticismo y un magnífico ejemplo conservado de la arquitectura en hierro.

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